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Leopoldo Moreau, diputado nacional por Unidad Ciudadana analizó el gobierno de Cambiemos y sostuvo que “los acreedores de la deuda” argentina “están convencidos de que el país se encamina a un default” y por eso “se están desprendiendo de los “bonos de deuda que colocó el macrismo en los dos primeros años de gestión”.
El representante del radicalismo alfonsinista, consideró en este diálogo con , que el próximo gobierno “va a tener que resolver el problema de la deuda a través de una reestructuración” y no descartó “un repudio de un segmento de esa deuda”; además de que va a tener “la responsabilidad” de “desdolarizar las tarifas de servicios públicos, del valor de los combustibles”.
Y como tercer paso dispuso que el gobierno electo debería “nacionalizar a través de una acción de oro a las empresas de servicios públicos que tienen esa denominación, pero en realidad son operadas por empresas privadas”.
Sobre Cristina Fernández de Kirchner, indicó que no está obsesionada con una candidatura si no que “tiene una única obsesión que es evitar que el pueblo argentino caiga definitivamente en el precipicio de una crisis inmanejable y trata de contribuir en ese sentido”.
-¿Qué pronóstico hace del último año de Cambiemos en el gobierno?
-Es difícil rastreando la historia encontrar un período tan negativo, particularmente desde el punto de vista económico y social. Si incluimos las perspectivas del año que viene, en los cuatro años de gestión del gobierno de Macri la economía habrá retrocedido alrededor del 4%, esto significa una enorme caída en los ingresos de todos los argentinos sin distinción, porque significa una disminución muy brusca de la riqueza que tendríamos que generar los 45 millones de argentinos. Y por el contrario lo que estamos generando es empobrecimiento, pauperización de los sectores sociales más afectados, que no son solo los trabajadores sino también las clases medias y va a ser muy difícil recuperar este retroceso en la generación de empleo, de riqueza. Se están midiendo los índices más horrorosos en materia de inversión en la Argentina, de creación de empleo, a nivel de las pequeñas y medianas industrias hay un industricidio, solamente comparable con las políticas que aplicó Martínez de Hoz en la dictadura militar; y no estoy comparando a este gobierno con la dictadura sino con sus políticas económicas. Y lo peor son las perspectivas hacia adelante que se están reflejando en el comportamiento de los mercados. Este gobierno que tanto adoraba a los mercados, que tanto hizo en favor de los mercados, es el gobierno que se encuentra en su peor relación con los mismos. Por eso sube el riesgo país incesantemente, los acreedores de la deuda desconfían de la posibilidad de que Argentina cumpla sus compromisos, más bien están convencidos de que el país se encamina a un default y por eso se están desprendiendo como si fuera lepra de los bonos de deuda que colocó el macrismo en los dos primeros años de gestión. Y los colocó tan irracionalmente, tan desenfrenadamente, que en enero de este año de hecho provocó un default técnico cuando los banqueros le dijeron no te prestamos más, andá al Fondo Monetario Internacional y tratá de aferrarte a ese salvavidas, que en realidad es un salvavidas de plomo.
-¿Cómo va a hacer la próxima gestión para gobernar con este lastre de la deuda que se debe pagar mayormente a partir del 2020?
-Si no se produce antes de la salida de Macri del gobierno un default, cosa que no está del todo descartada a pesar del apoyo del Fondo Monetario, el próximo gobierno va a tener que resolver el problema de la deuda a través de una reestructuración, de un refinanciamiento o de la combinación de varios factores. Y entre ellos no hay que descartar un repudio de un segmento de esa deuda que es fundamentalmente la que comprometió el país con la banca privada internacional en la primera etapa del gobierno de Macri que a través de Caputo y otros representantes de esa banca, llevaron a que la Argentina en enero de este año esté endeudada en 150 mil millones de dólares. Habrá que analizar qué paso desde que se decidió pagar a los fondos buitres, que fue la llave que abrió la puerta a este endeudamiento descontrolado; que sucedió de ahí en adelante y cuáles fueron los manejos que llevaron a ese endeudamiento. Y en paralelo la responsabilidad del próximo gobierno es desdolarizar las tarifas de servicios públicos, el valor de los combustibles; y creo que hay que nacionalizar a través de una acción de oro a las empresas de servicios públicos que tienen esa denominación, pero en realidad son operadas por empresas privadas.
-¿Qué le parece que va a ofrecer el macrismo en las elecciones del 2019 con este panorama que está describiendo?
-El macrismo va a tratar de que en la agenda de los argentinos esté ausente el debate sobre la situación económica, no le va a resultar sencillo, porque eso está presente en la vida cotidiana de los cada uno de los argentinos cuando abre la heladera, o cuando tiene que subirse a un transporte público y está pagando cifras siderales, o cuando tiene que pagar la factura de electricidad, de gas. Pero el gobierno acompañado por los medios oficialistas, particularmente el Grupo Clarín va a hacer un esfuerzo por desviar la atención y va a tratar de poner la agenda alrededor del tema de la inseguridad, de las amenazas que vive la Argentina, que son todas mentiras por supuesto, de lo que llaman la mano dura, van a tratar de mostrarse como el partido del orden, que comparte enemigos ficticios, va a estigmatizar a los jóvenes, a los que tienen planes sociales, a los pueblos originarios. Va a acentuar lo que viene haciendo, buscar elementos que hagan que la sociedad no concentre su atención en los temas económicos sociales.
-¿Puede avanzar por el lado de la justicia y la persecución a Cristina y a otros dirigentes?
-No solo a Cristina, lo que están haciendo ellos es intentar perseguir a todo el pueblo argentino, silenciarlo, silenciar a la oposición política, sindical, silenciar la oposición de los colectivos sociales e intelectuales y monopolizar la palabra; a través de la concentración monopólica en los medios afines. Por eso le dio Clarín predominio en el manejo de los medios de internet, posición dominante en la televisión paga, en la telefonía móvil, en la telefonía fija y ahora le devolvió el monopolio de Papel Prensa. De modo tal que a través de los cupos o de las cuotas puedan también disciplinar a los diarios del interior para alinearlos en el discurso oficialista.
-¿Cómo ve el camino de unidad? ¿Cree que hubo avances dentro del peronismo y de otras alternativas para lograr un frente?
-No se trata solamente de la unidad del peronismo, por supuesto que es una fuerza popular mayoritaria y sería muy importante que esté unida detrás de un programa. Se trata de lograr la unidad de todos los sectores populares de la Argentina, acá lo que está en riesgo es la Argentina no un partido político. Por eso lo fundamental es primero lograr un acuerdo, un pacto entre la política, la producción y el trabajo; para ver si podemos por fin desembocar en una Argentina industrial, soberana, solidaria. Y esto implica una alianza social, entre los empresarios, los trabajadores, los colectivos sociales, estudiantes, intelectuales. También creo que hay que hacer una alianza cívica, es decir, un acuerdo de expresiones políticas. Y una alianza patriótica que incluya a muchos argentinos que nunca se van a identificar con una sigla partidaria, pero que sí tienen la necesidad de defender valores esenciales que están en juego hoy y que hacen a la propia existencia de la Nación. Por eso creo que hay que hablar de un frente patriótico, cívico y social.
-¿Cristina debe ser quien encabece electoralmente ese frente?
-Mi opinión en ese sentido no tiene mucho significado, yo lo único que hago es preguntarle siempre a cualquiera que pasa, si salís a la calle y preguntás a los ciudadanos de a pie quién es el dirigente o la dirigente más importante de la oposición en la Argentina, todos te van a contestar Cristina. Incluso aquellos que no le tienen simpatía. Pero la reconocen como la dirigente que encabeza la oposición en la Argentina. Y hoy eso significa en primer lugar no estar pensando, como no lo está haciendo ella, en una candidatura, y menos con este cuadro de situación social que vivimos; que seguramente en los próximos meses desgraciadamente se va a ir agravando cada vez más. Porque se va a ir extendiendo cada vez más la desocupación, cada vez más la cantidad de comercios y de pequeñas y medianas industrias y algunas no tan pequeñas que van a bajar sus persianas. El que cree que Cristina está obsesionada con su candidatura se equivoca. Cristina tiene una única obsesión que es evitar que el pueblo argentino caiga definitivamente en el precipicio de una crisis inmanejable y trata de contribuir en ese sentido. Por eso cuando dicen que Cristina es el problema se equivocan, Cristina es la solución. Porque la Argentina que viene necesita experiencia acumulada sobre todo cuando se trata de manejar temas como la deuda externa que nos van a dejar como herencia, o la crisis social que han extendido a todos los rincones del país. Ella la atravesó esa experiencia, es la única dirigente que atravesó esa experiencia y la piloteó exitosamente. Ahora si va a ser candidata o no es algo que está en sus manos, en su propia decisión, también en alguna medida en la decisión del conjunto de la sociedad que si quiere tener una esperanza de salir de la crisis, en mi modesta opinión, deberían mirar a Cristina como la alternativa. Habrá que ver en el futuro como se desenvuelve esto.